Hace 10 o 15 años la mayoría de las empresas desconocían la importancia de tener su propia página web y las PYMES no veían necesario invertir recursos en crear una. Sin embargo, a día de hoy no concebimos un negocio que aspire a crecer sin contar con una web.

Actualmente, nos encontramos en una situación similar a la de hace una década con el sector de las aplicaciones móviles y muchos propietarios de PYMES aún no entienden las ventajas que puede aportarle una app a su negocio.

Es común que al dirigirnos a un potencial cliente nos pregunte: “¿para que necesita mi negocio una aplicación móvil si ya tengo una página web responsive?”. En ese momento, es importante que recalques las principales diferencias entre los dos formatos. Si no consigues que tu cliente entienda los beneficios de una aplicación móvil respecto a una web, es posible que pierda el interés y descarte la idea de implementar una app para su negocio.